Los teléfonos móviles están transformando nuestras vidas en todos los niveles. Hoy en día, ya no necesitamos programas complejos para cambiar nuestra apariencia, basta con una aplicación para eliminar brillos, granos y otras imperfecciones. Esto es una espada de doble filo, ya que el uso excesivo de esta tecnología puede desencadenar trastornos mentales tanto en el usuario como en quienes lo observan.
Paradójicamente, esta cultura de la edición tiene cifras poco alentadoras. En España, se informa que casi 400,000 jóvenes no se sienten cómodos con su imagen. «Al final, las redes sociales se utilizan para mostrar tu mejor versión», señala otro joven, «y tu mejor versión siempre parece superior a la realidad».
Precisamente con el propósito de alertar sobre este peligro, la presentadora de ‘Antena 3 Noticias 1’, Sandra Golpe, ha utilizado uno de estos filtros en vivo, pasando de tener un cabello rubio a uno rosado. Estos filtros son ampliamente utilizados por la mayoría de los usuarios en las redes sociales y tienen sus consecuencias.
«No se ven ni los granos, ni las marcas, ni los brillos», explica una joven. Esto transforma radicalmente nuestra apariencia. «Creo que genera muchos complejos, ya que estás tratando de maquillar cómo eres para agradar a los demás», comenta.
Según los expertos, este tipo de tecnología es la causa de numerosos trastornos psicológicos, en gran medida relacionados con la alimentación. Además, se está observando un abuso en las intervenciones estéticas. «Las personas llegan buscando parecerse a la foto retocada, algo que es imposible», asegura Margarita Esteban, de la Clínica Médico Estética ME.